viernes, 17 de septiembre de 2010

Bocio simple eutiroideo

Sintomatología.

Aumento del perímetro del cuello debido a una hipertrofia de la glándula tiroides hasta la deformación de la zona. Sensibilidad a la presión en el cuello, trastornos respiratorios al tragar y cardíacos, especialmente cuando una porción del bocio crece hacía el interior de la caja torácica.
Patogenesia.

Con este término se entiende toda hipertrofia tiroidea que aparece sin alteración de la función hormonal tiroidea.

Especialmente en zonas con déficit de yodo (a veces el 100% de la población), por ejemplo, en los valles alpinos, pero también en otras zonas lejos del mal el bocio aparece con mayor frecuencia, y a veces puede llegar a adquirir el tamaño de 1.000 gramos o más. También colaboran en su desarrollo, aunque en menor grado, ciertos compuestos en los alimentos, que son las llamadas sustancias bociógenas, que interfieren con la captación de yodo por el tiroides. Se trata de glucósidos cianogénicos contenidos en vegetales crucíferos (col, brócoli, col de Bruselas y nabo) y el problema es, que éstos provocan la incorporación endiógena de tiocianato, que compite con el yodo por su transporte o por su incorporación en la molécula de tiroglobulina y solamente son preocupantes si la ingestión de yodo es baja.

Esto solamente se ha visto en forma experimental y en animales, ya que, por otra parte, estos vegetales contienen sustancias que inhiben el desarrollo del cáncer en general, incluso el tiroideo.

En estudios en Connecticut y Hawai (donde el yodo en la dieta es normal), la dieta rica en los llamados vegetales bociógenos se asoció a una disminución del riesgo de cáncer tiroideo.

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